viernes, 18 de junio de 2010

El pez espinoso y el tiburón promotor









(Crónicas de Getxo, recuerdos de una Algorta hecha desaparecer)

Después de misa, comentando otros tiempos todos coincidíamos en la cantidad desorbitada que se ha construido en Getxo. ¡Está casi toda la superficie municipal construida!

Somos sesentones algunos y recordamos todavía cómo era Algorta, Fadura, La Vega, el bosque de chopos que llegaba desde los puentes de Salsidu (3 había hasta que los taparon ¡luego dirán que hay inundaciones!) hasta casi La Tejera, rodeando el campo de polo y el tiro pichón.

El río Gobela (sin la "ese" que solíamos añadir "los de allí" al final de los topónimos de la zona, Gobelas, Salsidus, Zubilletas, etc.). Algunos recordábamos el lavadero del cruce de Salsidu, donde en otros tiempos más remotos aún, algunas mujeres lavaban la ropa. Sí, todos asentimos en que la lavadora ha sido sin duda el mejor robot que nos ha traído "el progreso", después de alguna machista y manida broma de alguno.

Era nuestro hábitat, nuestro querido barrio, los bares de Estanisa y "el chato", además el primero era también ultramarinos, "la saquera" primer negocio de reciclaje de la zona, los depósitos de cal en "el caserio de Cresen" (Zubilleta Barri hoy desaparecido para hacer la barriada de Izaro) con los que se blanquearon (en el buen sentido) muchas casas y caseríos de la zona hoy ya algunos inexistentes, el mercadillo de "José el telero", que llegando con un atillo dentro del "coche huevo" que conducía, lo organizaba él solo, el kiosko de la buena Ciriaca que con su jariguay y los "sobre sorpresa" nos endulzó y entretuvo la infancia, también a los gatos de la zona, cuidaba de todos.

Recordamos los partidos de fútbol jugados en "la carretera" (Salsidu) que así la llamábamos, no calle, ni avenida, no, "la carretera" y punto, solo interrumpidos por los "cuatro coches" que circulaban entonces, el de Bunge, Lipperheide, médico de Berango y pocos más. También eran interrumpidos por la expectación que provocaban los desfiles militares de Andreu, marchando de frente y de espalda y la llegada de Majataba el mago que comía bombillas. No había tele y ni falta que hacía. El espectáculo lo teníamos servido, si añadimos a lo anterior el galopar de los caballos de Camiña o Goyoaga tras la pelota de madera, o el entrenamiento "del Getxo", de fútbol por supuesto.

Otros recuerdos continúan "clasificados", en la medida que los "desclasifiquen" otros también lo haremos nosotros, porque en nuestra infancia la "banda de Salsidu" fue una potencia militar que luchaba por mantener en pie las cabañas que construía con palos de mimbre en La Vega de Fadura, donde fumar a escondidas las colillas que encontraba. Había otras potencias por supuesto, las bandas de las "casas de los puentes" (porque eran varias, Cara Roja, Pepe, Calí, etc., posiblemente tantas como portales) la banda de Santa Ana, la de Berango...

El río Gobela tenía especial protagonismo en nuestros juegos, allí probamos prototipos de embarcaciones (servía cualquier caja que acababa yéndose a pique con sus tripulantes) ensayamos lo que para nosotros eran ingeniosos sistemas de pesca y allí también fue donde conocimos lo que son anguilas, cangrejos, ranas, loinas y otros peces pequeños que acababan en botes de cristal convertidos en peceras, ¡mira por donde me entero que estos últimos se llaman pez espinoso! y es un endemismo más del planeta.

Con el tiempo aquellas y otras bandas infantiles crecimos nos fuimos especializando, unos se transformaron en partidos políticos, otros en constructores y con ellas descubrimos otro endemismo de la zona, un animal que en la infancia no vi nunca; el tiburón promotor.

Éste no hacía sus "cabañas" con mimbres de la zona, como nuestros frágiles "fumaderos de colillas", que eran arrastrados anualmente por las riadas del Gobela, no, esta especie taló casi todos los chopos, rellenó de tierra, y construía con piedra, cemento y ladrillo, con la certeza que resistirían sus edificaciones los embates de la naturaleza, muchas bandas desconocidas habitaron las nuevas "cabañas", las casas, que así las llamaban, construidas en el cauce de nuestro río y en sus vertientes, pagándolas muy caras, hasta cubrir todas las huertas, campas y bosques de asfalto y cemento.

Donde estaba el campo de polo, el tiburón promotor construyó un polideportivo, que vino un príncipe (no se si antes fue rana besada por princesa) a inaugurar, muy cerca de donde estaba el lavadero hizo un instituto y más tarde otro, ya no había que lavar ropa, solo dinero. Era el progreso.

Y hubo un día en que las ranas se callaron, sí, aquel ensordecedor croar de las noches de verano no volvimos a escucharlo más. Otro día emigraron las anguilas en tropel río abajo, huyendo de las ahora contaminadas aguas y muchos en las orillas del Gobela se reían de nuestro preciado pez espinoso, admiraban las especies nuevas recién llegadas, patos, tortugas raras, vegetales invasores, tiburón promotor ... pero todos los amigos reunidos después de misa concluimos en que "el que ríe el último ríe mejor".

domingo, 19 de abril de 2009

El machacado cauce del río Gobela

Las recientes lluvias caídas en Junio del 2008 y las útimas caídas en Enero de 2009 han puesto en evidencia las actuaciones municipales a la hora de conceder licencias de construcción, permitiendo y promocionando grandes urbanizaciones en los municipios de Getxo sobre todo, Berango, Sopelana y Urduliz.



Centrándonos en nuestro municipio de Getxo, en las últimas décadas se han invadido sin miramiento zonas que pertenecían al río.
1) Construidas en la década de los 50 "las casas de los puentes" fue la primera barriada construida en la zona inundada últimamente. Se hicieron junto al Gobela y desde entonces han sufrido sus bajos inundaciones frecuentes, en la actualidad mucho más.
2) Instituto Menendez Pidal, para su construcción se hizo confluir en uno los dos ramales del Gobela antes de llegar a “Los Puentes” . Había tres puentes, se taponaron dos y se dejó uno, se rellenó el humedal, y se construyó encima.

3) Aldapas, donde primero rellenaron elevando varios metros el terreno y después hicieron un muro de contención bordeando el cauce. Esto impide el desahogo natural que tenía el río hacia su margen derecha, provocando a su misma altura en la margen izquierda una crecida superior a las ocurridas anteriormente. En Salsidu llegó en enero el agua hasta el numero 77.

4) Ciudad Deportiva Municipal de Fadura, cuyo nombre no es casual sino un topónimo más (la vega y el campo de polo que lo ocupaban reducían el efecto de las avenidas fluviales que casi todos los años afectaban la zona). El mural de la izquierda está expuesto en Torre Madariaga, Euskadiko Biodibertsitatearen Zentroa / Centro de la Biodiversidad de Euskadi.
5) Oicosa, (Izaro) donde se construyó literalmente encima del río, sin exageración.
Desde Fadura hasta su desembocadura en Udondo el Gobela va encajonado entre bloques, autopista, Metro...

Las inundaciones en Romo no se han vuelto a producir desde 1977 gracias al aliviadero de Cristobal Valdes y a la no confluencia de la fase de mareas vivas con la crecida del río (ha habido suerte).
Dos son las causas por las que se producen los desbordamientos del río Gobela y las inundaciones:

A) Evidentemente la 1ª es la invasión de su cauce con construcciones, taponamiento de puentes, encauzamiento (el Gobela no necesita encauzamientos, ya estaba encauzado, lo que no se tenía que haber hecho es construir en su cauce). Todos los encauzamientos que se hagan solo servirán para trasladar el problema e incluso para agravarlo en algunas zonas, si no se tienen en cuenta (como así parece) las consecuencias para ésas áreas del aumento de caudal de agua, que el encauzamiento implica.

B) La segunda causa es el exceso de construcción en las vertientes que alimentan su cauce (Andra Mari, Algorta, Neguri, Salsidu, Zubilleta) al sustituir los terrenos por alfalto y ladrillo el agua baja con mayor rapidez hacia el río (la capacidad de absorción de las huertas y terrenos evitaba rápidas crecidas del río).

¿Soluciones?

Ni un solo bloque más en la zona (la zona por desgracia ya no solo se circuncribe al municipio de Getxo sino a todas las de su cauce y exige una coordinación de todos los municipios desde Berango hasta Urduliz pasando por Sopelana).

¡Remodelación del Plan General de Ordenación Urbana!

Estudio de impacto medioambiental de cualquier obra o construcción en su cauce o en las vertientes del mismo.



(Imagen del arco superior de uno de los tres puentes bajo la avenida Salsidu, taponados dos en su día y desenterrados para demolerlos con las actuales obras. Foto euskalwebs.com 02/06/2010)



(Más árboles talados junto al Gobela)



(Imagen de las obras de encauzamiento del río Gobela en la Avda. de Los Chopos, que cada vez quedan menos. Foto euskalwebs.com 13/06/2010)

sábado, 20 de octubre de 2007

Unidad de ejecución 36.1 Zubilleta de Getxo

Los propietarios de viviendas del denominado "Unidad de ejecución 36.1 "Zubilleta" de Getxo, hemos recibido desde hace muchos años bastantes ofertas de constructores y promotores, para que vendamos las casas y terrenos que tenemos y disfrutamos. Nunca nos ha parecido a todos interesante y justo el precio ofrecido por los diferentes compradores.
Al igual que todo el mundo consideramos que lo que a nuestros mayores y a nosotros mismos nos a costado conseguir y mantener con tanto esfuerzo debe ser valorado en su justa medida. Y es ahora, cuando la escasez de suelo para construir en el municipio se hace más evidente, la Administración Pública nos quiere aplicar coercitivamente un plan injusto a todas luces, por sus limitaciones sociales y económicas.
Pero lo que es más grave, que ante la falta de información de algunos de nosotros y el oportunismo de otros, se pretenda engañar a la mayoría para solo beneficiarse cuatro, resignándonos como si fuese algo inevitable el plan del Ayuntamiento, o presentando alternativas, todas ellas a cual más disparatadas y que solo benefician a sus promotores, propietarios de terrenos y no vecinos. Creo que la mayoría, arrastrados por el miedo (la amenaza de expropiación) atemorizados por el posible expolio, no hemos visto otra salida que apuntarnos a “la comisión” sin intentar otra posibilidad que la de convertirnos nosotros mismos en los promotores de las propuestas urbanísticas permitidas por la administración pública, para salir menos perjudicados.
Probablemente tengamos nosotros también algo de culpa por no habernos sabido organizar como comunidad de vecinos y hablar a la administración con la voz más importante, con la de los que vivimos aquí. Es vital para la zona el cambio del P.G.O.U.

Injusto socialmente, porque ¿como debemos entender que a algunos nos tiren las casas sin indemnización? Pagándonos solamente el precio del solar, ¿A donde vamos con ese dinero? Nos dejan más necesitados de casa que a los que intentan beneficiar con la construcción de viviendas sociales, o cómo se entiende que tengamos que comprar obligatoriamente terreno para conservar la casa, y si algunos las conservamos por su "condescendencia" tengamos que hacer el "papel de indios, primeros pobladores de Salsidu" observados desde los balcones de las casas de pisos construidas en nuestros antiguos terrenos. ¿Sabes que si tu casa es consentida no se podrá arreglar estructuralmente nunca? Soportando su deterioro hasta que se caiga.
¿Sabes que solo podrás construir otra de los mismos metros y altura cuando se caiga de vieja la tuya?
Injusto económicamente porque el número de viviendas a construir propuesto por el plan de ejecución 36.1 sigue siendo injustificablemente inferior al que se ha podido construir en otras zonas del municipio colindantes al nuestro (Benancios, Bizkerre, Oicosa, Aldapas, etc.,). ¿Porqué tiene que ser menor la densidad en nuestra zona?
Debemos exigir un cambio de Plan General de Ordenación Urbana, de forma que se permita edificar cuando menos la misma densidad en nuestros terrenos que en los de otras áreas, para no salir expoliados y poder paliar en alguna medida el derribo y deterioro forzoso e irreversible de nuestras casas, y la infravaloración de nuestros terrenos.
Nosotros los vecinos no queremos vender, y si vendemos lo haremos a quien queramos, cuando queramos o podamos (como todo el mundo) sin amenazas, y si queremos construir y tenemos una parcela mínima para hacerlo, para que nuestros hijos no se tengan que "largar" lo queremos poder hacer, eso sí, de una forma sostenible, como lo hicieron nuestros mayores, no como se ha hecho en los alrededores.